Calaveras Marrulleras, calaveras de veras, calaveras chocarreras, calaveras justicieras...

Rosario trinquetes
La muerte con su guadaña
cargó sin consentimientos
con esta mujer malas mañas
que hizo de sus amoríos, cuentos.
Fría, huesuda, descarnada,
descansa Rosario inerte,
ya sólo le llora Ahumada
que teme seguir su suerte.
Sedatu y Sedesol, sus fuentes
del recurso mal habido,
quizás Peña y su gente
lo tenga por ahí escondido.
Vuela, vuela palomita,
párate en aquel romero,
ya murió la tal Rosario:
que en vida fue sexo y dinero.

Gaviota Aventurera
¡Ay! gaviota aventurera
ya murió tu valedor
aquél que en la Presidencia
resultó muy hablador.
Canta pajarito, canta,
párate en aquella peña
que ahí reposa don Enrique,
a quien corrupción, muerte y trafiques
le endilgan por santo y seña.
Llora gaviota, llora,
se terminó la ficción,
hoy ha llegado la hora
de cantar sin restricción:
¿quién pompó la casa blanca?
¿Peña o la corrupción?

Los Pinos
Dijo la muerte asustada:
“Yo no le llego a Los Pinos,
es una casa embrujada,
mejor sigo mi camino”.
Por ahí anduvo “La Paca"
e hizo Marta sus “oficios”,
por eso en el mausoleo
al “Peje” grita la flaca:
mejor que este edificio,
se convierta en un museo”.
Ahí no hay descanso ni ocio,
hay ahí aires cruzados,
huesos desenterrados
y el fantasma de Colosio, dicen,
anda por todos lados…
El “Peje”
La muerte arribó furiosa,
llegó desde Macuspana
quiere enterrar presurosa
a quienes roban la lana.
A la mafia del poder
le dijo con mucha muina:
“¡Ya deja de joder!,
al país tienes en ruinas”.
Respondió desde su escondite,
el muy perverso Salinas
aquí nadie te permite
que nos quites nuestras minas.
¡Ah pelón! tan desdichado
has robado y abusado
y todavía te atreves
a hacerte el damnificado.
A ti y a Slim yo les digo:
primero serán bien muertos,
antes que con sus amigos
construyan el aeropuerto.
Pajarito cantador
lleva a la mafia el mensaje:
no podrán con Obrador
tiene del pueblo el blindaje.

Doña Perpetua
Llora Elba Esther con sus hijos
que viven del presupuesto,
hoy desde el hoyo les dijo:
“no se preocupen maestros
tendrán sus plazas de fijo”.
Se acabó la tal reforma,
ya no habrá evaluación,
hoy el SNTE se transforma
¡viva la revolución!
Muerta en prisión estuvo,
por mucho tiempo guardada,
Peña Nieto la detuvo;
por MORENA, rescatada.
Morticia a su estilo espeta:
pórtate bien Gordillo,
al diablo se le respeta,
ya no andes con tanto pillo.

Chente Fox
Sin pensión de Presidente,
llora Fox en su ranchón
masculla triste Vicente:
“¡Sin dinero está cañón!”.
“Hoy, hoy, hoy, quiero mi lana”,
gritaba con gran dolor;
“mejor préstame a tu hermana”,
le reviró Obrador.
La muerte con su guadaña,
cargó con Marta y Vicente,
sabedora de sus mañas,
les cortó manos y dientes.
Hoy llevan al camposanto
un rosario de Amacuzac,
para Marta sólo el llanto,
para Chente, su Prozac.
Anaya, canallín
Viene la muerte trotando,
saltando montes y zanjas,
murió Anaya cantando,
el movimiento naranja.
Del pan hizo un bolillo,
sin lustre ni levadura,
pero llenó sus bolsillos,
con dinero de chuecuras.
La parca sin miramientos
le pidió su 10 por ciento
y soltó con galanura:
“ladrón que roba a ladrón,
no pisa la sepultura”.
Dijo la catrina enhiesta:
“canalla, canallín, pelón,
no ganaste la elección,
ya se terminó la fiesta,
nos vamos para el panteón”.

“Jelipe” Calderón
Descansa Jelipe en cripta,
de un macabro panteón,
la vigilancia es estricta,
temen un levantón.
Los “narcos” lo sentenciaron,
por ocurrente y bocón
y prestos lo incineraron,
se acabó la matazón.
Quiso combatir el crimen
con ligas y resorteras
y hoy en el cementerio gimen
millones de calaveras.
Murió el “general” Jelipe
un valentón de veras,
murió quemando sus triques
y estirando su resortera.